Sesión de embarazo bajo el agua, sur de Tenerife. Esperando a Jorge.
Otra parte importante de nuestras vidas, y que también merece mucho la pena recordar con unas fotografías, es el momento de ser papás.
Es una etapa difícil. Los que somos padres sabemos perfectamente que es un cambio importante. Hay un antes y un después.
Pero me gusta quedarme, siempre, con la parte positiva. Y esa etapa, la del embarazo, es única. Vale la pena hacer el esfuerzo y hacerse una sesión de embarazo bajo el agua..
Esta vez nos fuimos al sur de la isla. Allí nos esperaban Patri, Félix y en la barriga Jorge. Elegimos una zona donde pudiéramos combinar unas fotos de pareja y también sumergirnos en el mar para hacer unas tomas subacuáticas. La tarde estaba perfecta de luz. Aprovechamos un invernadero abandonado para hacer unas fotos diferente. Al menos fuera de lo habitual en este tipo de sesiones.
La complicidad entre la pareja es fundamental. Es importante que el amor se manifieste. Que la timidez se quede a un lado y fluya la naturalidad de los futuros papás. Pero es normal que, al principio, haya ese “medito” a la cámara. Pero como todo en la vida, una vez conozcamos y nos adaptemos a la situación, ya el resto es coser y cantar.
Justo cerca de esa zona hay una piscina natural. Y aunque el agua ya estaba bastante fresquera en esa época del año, no dudamos en lanzarnos y disfrutar.
Esta sesión de embarazo subacuático no es fácil de realizar. Hay que tener en cuenta que bajo el agua la luz cambia considerablemente. A ello hay que sumarle el vaivén del mar y las peripecias que debe hacer la pareja, sobretodo la futura mamá, para mantener la postura ideal para la fotografía.
En este post les enseñamos un resumen de esta sesión tan especial.