Cada vez que hacemos un reportaje de boda sabemos que es el comienzo de una historia, o de varias. Con frecuencia, con el tiempo, vuelven a contactar con nosotros y nos dicen aquello de “estamos embarazados”, qué alegría saber que la familia se amplía, crece, y sigue aumentando el libro de los recuerdos. Y ahí aparecemos de nuevo, para seguir llenando las páginas de ese libro, de la historia de la familia, los recuerdos, los momentos especiales, como si de un cuaderno de rutas se tratara. Y ¿saben?, para nosotros es todo un reto, un honor y un placer poder llevarlo a cabo. Y más cuando son personas como Tamara y Jose, y ahora también Nerea y por supuesto el precioso Argos, que nos acompañó en la sesión premamá desde temprano, corriendo, jugando con su piedra, y dando la bienvenida a la pequeña Nerea a lametazos sobre la barriga de Tamara.
Nos encantan las sesiones premamá, la dulce espera como se suele decir, la ilusión de los futuros papás, y en este caso de dos amigos, porque lo que empezó con un “queremos presupuesto para nuestra boda”, se ha convertido en “¿cuándo vuelves a casa para probar las nuevas cervezas?”, y qué es la vida sino compartir momentos con personas tan entrañables como Tamara y Jose… Eso es vivir, compartir, disfrutar, estar…
Aquí tienen una pequeña muestra de esta sesión, que además realizamos en un lugar especial para nosotros, en la costa del municipio de Güímar.