La tercera entrega de la “trilogía” de Demelsa y Aduanich transcurre en las alturas, ya que este postboda en el Teide lo hicimos después de un día de prisas y muchas curvas, en lo alto de Tenerife.
Sabíamos desde el principio dónde queríamos hacer esta sesión, y también la hora. Y aunque los chicos llegaron justos de tiempo, fue más que suficiente para hacer el reportaje y que tuvieran un “puñado” de fotos para el recuerdo.
Apenas 25 minutos duró, pero supimos aprovechar al máximo la preciosa luz del atardecer de las Cañadas del Teide.
Queríamos un entorno diferente, fuera de lo habitual en las últimas sesiones de parejas que hemos visto en esta zona privilegiada. Y conseguimos lo que queríamos desde que llegamos al lugar. Los reportajes postbodas en el Teide son especiales, pero no queríamos caer en lo típico.
Nos acompañaron varios familiares de los chicos y también sus perros. Esta vez me llevé también a mi hijo Rafa y a mi amigo Guille, quien puso su ingenio para lograr algunos “efectos especiales” en algunas de las imágenes que verán a continuación. Lo pasamos pipa!! 😀
Cuando las parejas se entregan de esta manera, y no sólo ellos, si no además sus familias, todo es mucho más fácil. Trabajar con gente así es un gustazo. Te dejan hacer, se implican, pero sobre todo se AMAN. Es el ingrediente principal para que nuestro trabajo luzca, impacte, destaque, en definitiva….que enamore.
GRACIAS por contar con nosotros, por formar parte de nuestra historia.